El final del camino...
Todo lo que empieza acaba y esta experiencia también ha llegado a su fin. Comenzamos el camino con ilusión y energía, aunque pronto descubrimos que no sería fácil cumplir nuestro objetivo de llegar a Santiago, pues nos separaba una centena de kilómetros, que costaba recorrer. Sin emabargo, todos, los que tenían dolor en las piernas, ampollas en los pies, los que tenían los gemelos cargados... llegaron a su destino.
Esperamos que hayais disfrutado esta experiencia; a nosotros, los profes, nos ha encantado compartirla con vosotros. Un placer, peregrinos... "Sois unos jefes..."